miércoles, 9 de mayo de 2018

Advertencias y peligros

447-144 en dirección a Brinkola a cargo del Cercanías 32766 a las 18:34.
El domingo a la tarde estuve en este enclave cercano a la antigua papelera de Legorreta sacando unas cuantas fotografías. Ya tenía en mente desde hace tiempo visitar aquel lugar pues el túnel, el puente y los postes de Norte formaban en conjunto un encuadre ideal para cazar algún tren de los de antes, alguna japonesa remolcando un colorido TECO, bobinas descubiertas, cisternas, un estrella... o en consonancia con la época de los postes alguna imponente cocodrilo remolcando vagones cerrados, o un reluciente expreso a la vieja usanza...

La única circulación interesante durante el tiempo que estuve allí, el Trasona en dirección Irún con doble 333 y carriles, me pasó a contraluz, así que tuve que conformarme con sacar unas cuantas fotos a los cercanías que, como el de la imagen, pasaban en dirección a Brinkola, y para más inri, por lo expuesto del lugar, que queda entre la antigua N-I y la vía, fui testigo de las miradas de ciclistas obnubilados por mi presencia en aquel páramo, de los chismorreos de viejas impertinentes e incluso de la advertencia de una amable señorita al volante de un Ford blanco que paró y me indicó cuán peligroso era permanecer en aquel lugar mientras me miraba preocupada como si me tratara de un suicida. Sí, puede que esté loco por pasarme más de una hora al lado de la vía esperando que pase un tren para captar su paso con mi cámara, pero creo que tanto yo como la mayoría de personas que forman parte de esta afición somos conscientes de los posibles peligros que entrañan los caminos de hierro y por ello prestamos atención y tomamos medidas de seguridad. Aún así, dada la ignorancia de algunas personas sobre la existencia de esta afición y sus vicisitudes, en estos caso lo correcto es responder amablemente un «sí, lo sé, estoy sacando fotos».