miércoles, 23 de octubre de 2019

Think Blue

La pasada semana fue sin duda bastante fructífera en cuanto a circulaciones interesantes en la capital alavesa: el martes, dos 446 que bajaron del núcleo de San Sebastián a Valladolid tuvieron que pasar por la vía 4, ya que la banda de mantenimiento había sacado la dresina a la vía 1 y el Surexprés estaba banalizado y estacionado en vía 2.


Un rato después pasó el herbicida en dirección  Irún, arrastrado por la 310-018, regando las vías y dejando un ligero y agradable olorcillo químico que al rato sería tapado por la pestilencia con notas fecales que como de costumbre emanaba un Alvia recién estacionado. 


El jueves, un día movido pero en otro sentido, las vías de la estación no albergaron nada demasiado interesante pero sí en cambio protestas de índole política, que por unos minutos causaron alboroto en las mismas al intentar cerca de una cincuentena de jóvenes cortar el tráfico ferroviario. No tardaron mucho en dejar la vía expedita cuando unas cinco furgonetas antidisturbios llegaron; instantes después una veintena de manifestantes, que se enfrentarán seguramente a una multa por desorden público y la correspondiente multa de Renfe fueron detenidos y recluidos momentáneamente en los baños de la estación y las protestas se trasladaron una calle más abajo, donde las pude presenciar junto a un grupo de periodistas de medios locales que esperaban casi con ansias poder relatar en sus artículos sucesos como una brutal carga policial o una cruenta batalla campal para no volverse a la redacción con las manos vacías, cosas que sin embargo no llegaron a suceder.

Pero la mañana del miércoles, que es en la que sucedió lo que relataré a continuación, también tuvo su miga: el protagonista del día, el bobinero Miranda-Noain, junto con el Irún-Trasona que salió a la mañana, hizo que cambiando el planes establecido y madrugando más de lo esperado cogiera el autobús de la periferia, el de la línea 2A que circunvala la ciudad en el sentido de las manillas del reloj, y me acercase al barrio de Zabalgana, donde en uno de los numerosos pasos superiores, concretamente en el peatonal situado junto a una escuela de primaria (la cual nos dio más de un susto con el imprevisible encendido del hilo musical de su patio) esperaba Iker. El nuboso cielo hacía un buen rato que había dejado de amenazar con lluvia, de hecho mi buen amigo fue testigo de la asombrosa negrura de las nubes poco después de amanecer y hasta pudo captar un doble arcoíris justo al paso del 16001, pero pesar de la relativa mejora del tiempo un viento frío digno del otoño en el que entramos ya hace casi un mes corría entre los modernos y algo impersonales edificios que se componen principalmente de pisos de protección oficial construidos a principios de ésta década y a lo largo de la trinchera de la vía, haciendo que a ratos me arrepintiera de haberme olvidado mi jersey en casa, aunque en realidad lo llevaba olvidado en la mochila y estaba helándome a lo tonto… poco antes de llegar yo a dicho paso, pasó la 470-110, limpia por ser la encargada del Tren del Vino, sirviendo el Regional Exprés 16019 Miranda-Pamplona.


En fin, tal y como esperábamos el Noain se atrasó y bastante, pero por suerte otras circulaciones como el Trasona con la 333-340 y la 333-334 en cabeza, un Muriedas de Transfesa vacío con una 253 inidentificable de lo sucia que iba (aunque identificada estaba, el caso es que no recordaba cuál era, gracias a Gustavo por puntualizar que era la 004 en un estado mucho más deplorable del que yo recordaba) y el Arco nos entretuvieron, y pude por primera vez aprovechar completamente el potencial de esta zona de la ciudad a la que varias veces me he acercado con intención de tomar diversas capturas de las que sin embargo ninguna me había convencido demasiado hasta ahora; es más, me atrevería a decir que hasta ese día no había sacado allí una foto decente, quizás por falta de inspiración o por mala fortuna, quién sabe. 



Aprovechando un rato de descanso nos acercamos al Eroski de Borinbizkarra, uno de los varios sectores que forman el gran barrio de Zabalgana, donde nos abastecimos de unas pocas chucherías para matar el hambre, y después nos dirigimos al paso superior de la Avda. de Zabalgana (un nombre un tanto redundante); al rato de sentarnos en un banco cercano llegó Iván, que aprovechando un rato libre se acercó para fotografiar el tan esperado Noain, que unas decenas de minutos después llegaría a un paso no muy ligero arrastrado por la 253-094 (limpiada digitalmente), con unas 5 horas de retraso y acompañada de la razón de tanta expectación: la 308-081.


La “Ye-ye” 308-031, o 10831 si usamos su matrícula pre-UIC, es propiedad de la factoría Volkswagen de Landaben desde 1998, y sobre todo por esta razón desde su fabricación en la histórica factoría bilbaína de la Babcock & Wilcox en 1969 ha tenido variopintos y únicos esquemas de pintura aparte de la verde y amarilla de Renfe, uno amarillo con franja azul y logotipos de la empresa automovilística y éste último, de un gris claro con el logo, franjas blancas y azules y el eslogan “Think Blue”. Éste eslogan formaba parte según la revista Autopista de “una estrategia para promover la movilidad más sostenible y eficiente de sus vehículos. Este mayor respeto por el medio ambiente no sólo se plasmará con coches eléctricos, híbridos, híbridos enchufables y con motores de combustión de bajos niveles de consumos y emisiones, sino también, con una serie de actividades e iniciativas de concienciación social.” Es curioso que dicho eslogan figure encima de una locomotora diésel-eléctrica de 61tn propulsada por un motor Caterpillar D-398 de 710cv que expulsa penachos negros de humo cuando funciona; más curioso aún que la compañía propietaria de la misma fuera hace un tiempo pillada trucando los motores de sus automóviles para evadir los límites impuestos por la Unión Europea a las emisiones contaminantes. Sin embargo, no pretendo hacer leña del árbol caído ni mucho menos criticar a Volkswagen por mantener en servicio tan veterana locomotora, cosa loable bajo mi punto de vista, no es que yo sea un ferviente ecologista que digamos, pero no se puede negar que estos hechos sean algo irónicos.

Desde luego fue bonito poder ver aquella preciosa locomotora rodando a pesar de que fuese remolcada, y para mi sorpresa descubrí que parecía un simple tractor de maniobras puesto al lado de la 253 y el corte de bobinas. Tenía el recuerdo de ver de pequeño la 308-018 de TECSA apartada en la playa de vías de la estación de Beasain, y de aquellas me pareció un mastodonte elefantiásico de locomotora. De hecho tengo una fotografía de aquel día, evidentemente no tan buena como yo quisiera teniendo en cuenta que la saqué yo con 10 años más o menos, pero al menos tengo un pequeño testimonio gráfico de aquello. Mi agradecimiento a Iker por pasar la mañana conmigo y cederme para utilizar en el proceso de limpieza una de sus fotografías, concretamente una de la 253-089 con el pestes en dirección a Irún, tomada el 11 de septiembre del pasado año; a Borja por informarnos desde Miranda, y a Iván por su como siempre tan agradable y dicharachera compañía. Un más que cordial saludo a los tres.

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