viernes, 31 de mayo de 2019

Operación Jundiz

Ayer al mediodía recibí el aviso de la visita de una Medway a Jundiz. En un principio no estaba para nada motivado a salir a su caza, ya que tenía que estudiar para el exámen de Introducción a la Edad Media y me convenía quedarme en casa estudiando. Además, desde que llegué a Vitoria he salido bastante poco de la estación, y no me apetecía irme hasta Jundiz. Poco a poco, la idea de cazar esta preciosidad fue absorbiendo mi cerebro hasta convencerme de desempolvar el casco y coger la bici para recorrer los 8 o 9 kilómetros que distan de mi piso a Jundiz. Me costó bastante llegar ya que las condiciones de la bici, que fue comprada de segunda mano a mediados de curso por unos 20€, distaban de ser las más idóneas para recorrer semejante distancia: el incómodo sillín, la cubierta delantera desgastada, el freno trasero roto, la cadena saltando en el piñón, los cambios que no funcionaban… poca velocidad podía alcanzar con aquel trasto, por lo que a nada que llegaba una pendiente, a parte de reducirse la velocidad a la que iba la cadena saltaba más y más; además no conocía el camino, por lo que creo que perdí bastante tiempo zigzagueando por las calles del barrio de Zabalgana hasta encontrarme con la factoría de Mercedes y las vías del tren, pero aún me quedaba rato hasta llegar al barrio de Crispijana, donde contactaría con Iván para decidir dónde ibamos a darle caza. Al llegar, por suerte, me encontré con una fuente en la que “reposté”, ya que se me olvidó llevarme una botella de agua en la mochila, algo común en mí.

Tras hablar con Iván y decidir que el lugar más idóneo para fotografiarla sería el paso a nivel de Margarita tomé rumbo hacia allí, pasando junto al puerto seco de Jundiz pudiendo observar a la 333-390 de Renfe que acababa de soltar un corte siderúrgico y a la 333-382 de Acciona que estaba maniobrando con un TECO mientras degustaba la hedionda peste a orina que emanaba de las instalaciones de depuración de agua que están justo al lado. Poco antes de llegar al paso superior de la N-I, donde se podía apreciar el pesado tráfico de camiones ralentizado a causa de un accidente, el camino asfaltado llegaba a su fin y la grava y las piedras sueltas hacían peligrar la poca integridad que les quedaba a las cubiertas de mi bici, sin embargo aguantaron bien el trote. Pocos minutos después llegué al paso a nivel, donde nada más llegar yo llegó Iván. Allí pudimos ver la salida de la 333-390 aislada hacia Miranda y al cuarto de hora más o menos la de la 333-382 de Acciona con un precioso TECO de Transitia en dirección a Casetas. 


Media hora después aproximadamente dimos caza a Adriana Medway (dicho así parece el nombre de una actriz americana) con otro precioso TECO procedente de Vicálvaro con destino Jundiz. Nada más pasar lo perseguimos hasta el paso elevado de la N-I, donde poco antes de llegar, ante la falta de impulso de la bici por culpa de los saltos de cadena sufrí una caída sin sufrir casi ningún rasguño. Allí pudimos disfrutar de las maniobras y tuvimos oportunidad de sacar bastantes fotos, entre ellas ésta que podéis ver, limpiada digitalmente ya que en ella se apreciaban bastante algunas firmas de los pintores rupestres de siempre. Para entonces, por suerte o por desgracia, el atasco de camiones que había al pasar por primera vez más o menos se había aliviado y no se puede apreciar en la foto, cosa que me hubiera gustado.



De vuelta a la ciudad, mientras manteníamos una interesante conversación y avanzabamos cada vez más despacio por la incapacidad de mi bici de remontar las constantes pero ligeras subidas y bajadas típicas de las colinas de la llanada alavesa, llegamos al puente situado junto a las oficinas de Mercedes, cerca del antiguo apeadero de la Azucarera. Allí fotografiamos el Arco remolcado por la 252-042 del Alvia Picasso. Con esto dimos por terminada una exitosa tarde. Un saludo a los majísimos maquinistas que nos saludaron y pitaron durante la jornada, a Borja que nos proporcionó información, a Iván por su como siempre agradable compañía y a Iker, que por desgracia no llegó a tiempo para verla.


miércoles, 8 de mayo de 2019

Otra vez por Vitoria

Por fin, tras varias semanas sin visitarla como se merecía, he podido disfrutar de la ciudad y sobre todo de la estación de Vitoria, que ya echaba de menos. El ambiente de sus calles, los paseos por la arboleda de la universidad, el olor a perfume de la calle Dato, su clima, su gente, la juerga de los jueves, el asistir a clases interesantes, la libertad de hacer lo que me da la gana...

Esta mañana he tenido conocimiento de la circulación de este herbicida de Castejón a Miranda. En un principio, por la hora a la que se le esperaba en Vitoria, pensaba que no lo iba a ver, ya que a las 13:00 comenzaba la clase de Geografía a la que tenía que asistir. De todas maneras, por si por un casual se adelantaba y también para ver el auscultador de túneles que vi al llegar en el 16000 el martes y que ha estado por mis tierras estos días por lo que he podido saber, me he acercado a la estación. Nada más llegar y comprobar el viento y la buena luz que había a causa de las cerradas nubes, se ha anunciado un tren sin parada por vía 8, cosa que me ha llamado poderosamente la atención y me he puesto con el trípode y la cámara enfocada preparado para sacar la foto.

Tras sacar la foto del auscultador, que efectivamente se ha estacionado en la vía 8, me he fijado que una vigilante de seguridad venía hacia mí con bastante prisa. Era una mujer alta de unos 30 años y pelo castaño oscuro, y me ha preguntado si estaba sacando fotos o grabando vídeos, ya que lo segundo estaba prohibido sin previa autorización del Jefe de Estación. Yo, sorprendido, le he contestado que estaba sacando fotografías pero que desconocía que estuviera prohibido el rodaje de vídeos, y le he mostrado el ya roído papel de Adif que anunciaba la supresión del permiso de fotografía. Ella, siempre educadamente, me ha dicho que eso solo dejaba libre la fotografía, que ella debía velar por la seguridad de las instalaciones de Adif y que además el último fin de semana de Semana Santa llegó una circular obligando a los vigilantes a intensificar su vigilancia, ya que se preveía gran presencia de medios en las estaciones. Yo seguía convencido de que la grabación de imágenes no estaba prohibida pero a la vez mostraba mi comprensión hacia la vigilante, que simplemente hacía su trabajo. Justo en ese momento llegaba el compañero Iván, que venía a ver el herbicida, y le ha explicado que él también iba a sacar fotografías. Tras esto, la señorita nos ha dejado seguir sacando fotos al bicho raro que yacía en la playa de vías del que han salido varios ferroviarios, uno de los cuales nos ha preguntado “si habían salido guapos”.


Poco después, hacia las 13:30, después de decidir no acudir a la citada clase de Geografía, ha pasado hacia Miranda este precioso e impoluto herbicida arrastrado por la 310-059 que he podido sacar junto a la aguada y el auscultador, que por desgracia iba bastante sucio y del que por suerte solo se ve el frontal limpio. Tras tomar la foto se nos ha acercado la vigilante de antes a comentarnos que no iba rociando producto debido a que el generador que hacía funcionar la bomba se ha quedado sin combustible, por lo que deberá volver a pasar estos días.


Durante el rato que estuve con Iván charlamos sobre la suciedad del material rodante, problema que Renfe no parece querer atajar, y al comentarle el revuelo que causó la reciente publicación de una polémica fotografía de una 335 de Ferrovial graffiteada con el cerealero de Canfranc en la portada del nº 207 de la revista Hobbytren, me ha dicho que él era el autor de la foto. En Facebook había bastantes comentarios sobre la foto, la mayoría negativos por dar publicidad a semejante “obra de arte”, pero también había quien defendía a la revista por mostrar una realidad del mundo del ferrocarril, cosa que también es cierta. Parece ser que mandó varias fotografías que él consideraba buenas y entre ellas mandó la mencionada a modo de relleno; pues para su sorpresa fué la elegida para ilustrar dicha portada. Al menos su primera portada ha dado qué hablar y será recordada por más gente que otras portadas, eso seguro.

Ya hacia las 13:45, pasó este carrilero con un corte de bobinas hacia Irun. Un saludo a Iván, al que agradezco el aviso, su agradable compañía y conversación.