viernes, 5 de agosto de 2022

Todos los caminos llevan a Abando

Hace unos meses tuve la ocasión de visitar Bilbao, y no solo una vez sino varias, un par para ser más concreto. Ni las circulaciones ni las condiciones lumínicas fueron las más adecuadas para la fotografía en la primera, pues poca cosa más vimos aparte de los ya esperados trenes de viajeros, en un día soleado más apropiado para tostarse en la playa con la crema de protección apropiada para ello, claro está, cosa de la cual carecíamos y sufrimos las consecuencias. No obstante, creo que pudimos sacarle jugo a la excursión. En esta serie de fotos —disponible al completo en Instagram— se pueden ver distintos Cercanías, todos ellos de la serie 446, en su camino hacia la estación de Abando.


Las dos primeras panorámicas fueron tomadas desde la Avenida de Montevideo, la vieja N-634 que recorre el litoral cantábrico desde el barrio donostiarra de Rekalde hasta Santiago de Compostela, compartiendo en gran parte el recorrido con la extensa línea que conforman los diversos tramos de vía estrecha entre Hendaya y Ferrol. Desde el balcón que ofrece el paseo que siguiendo la carretera une Basurto con Zorrotza se pueden ver tanto la línea de ancho métrico a Santander como la de ancho ibérico, el BPT. Como fondo de éstas se puede observar el skyline del nuevo Bilbao, la ría en dirección a su desembocadura y la antigua península, hoy día isla, de Zorrozaurre. Llena en su día de talleres y fábricas como Cromoduro, Cadenas Vicinay, Artiach... a día de hoy sólo quedan de ellas solares vacíos, edificios semiabandonados y arrumbados esqueletos a los que en algunos casos es difícil llamar edificios por el degradado estado en el que se encuentran.

La tercera de las fotografías fue tomada junto al edificio de viajeros de la estación de Olabeaga, antaño punto importante de la red ferroviaria de Bilbao tanto por su depósito como por su papel como punto desvío de los trenes a Abando o a La Naja. Desaparecidos ambos motivos de importancia, hoy día la estación es usada por unos pocos viajeros, pero su edificio conserva algo de aquel sabor.

En la cuarta y última panorámica, el tren efectúa parada en Llodio. Las obras de modernización de la estación han respetado la impecable impronta del arquitecto canario José Enrique Marrero Regalado, tan presente en las estaciones de la zona, pero la calidad de ejecución de las marquesinas —si es que se puede llamar así a unas estructuras tan bastas, en el mal sentido de la palabra— no casa en absoluto con la del veterano edificio y desde luego dificulta poder apreciar su verdadera belleza.

En la serie de fotos dedicada a la vía métrica, se pueden observar diversas tomas tanto del ramal tranviario de Bolueta, como de los servicios convencionales de FEVE —actualmente Renfe Ancho Métrico— y Euskotren. También hace una velada aparición el Metro, aunque sea de forma forzada por la magia de la edición.





En las primeras fotografías se aprecia la última ampliación del tranvía de Bilbao, que siendo inaugurada hace poco (el 25 de marzo) aprovecha el viejo trazado de los Ferrocarriles Vascongados desde Bolueta a la antigua estación de Atxuri. Un trazado curioso sin duda, con aspecto de ferrocarril convencional pero con los cortos tranvías bilbaínos de la serie 400 y alguna migrada 500 circulando cada 10 minutos por sentido. 

Las siguientes fotografía así mismo son también del tranvía, en el célebre encuadre de la Escuela de Ingeniería de Bilbao por la curiosa configuración de edificio-puente atirantado y frente al viejo edificio de oficinas de la Naviera Aznar: edificado en 1943, conserva su pasado naval cual sangre en las venas por medio de su forma de proa y el la escultural goleta que se puede apreciar en torreón racionalista, el codaste de este edificio-barco.


En las fotos quinta y sexta, se ven un Apolo sirviendo el Regional a Santander y un Cercanías procedente de La Calzada. 



El protagonista de la última foto es la 930 "Zamudio" con destino Donostia a su paso por Ariz-Basauri.

domingo, 30 de enero de 2022

Dulce aniversario

 Ya que este enero no he dedicado apenas tiempo a esta afición y por consiguiente no tengo nada nuevo que enseñarles, he decidido rendir homenaje al tren del azúcar en su primer aniversario, puesto que hasta el momento no he publicado ninguna fotografía de esta circulación. En un principio generó mucha espectación por lo novedoso y lo pulcro del material remolcado; no obstante, parece que este interés ha ido diluyendose, quizás más por la suciedad de las locomotoras encargadas habitualmente de su tracción que por otra cosa. Este nuevo tráfico cruzó la frontera por primera vez el 26 de enero del pasado 2021, partiendo de Irun la tarde del día siguiente remolcado por la 601-003 numerado como 90008 (Koldo, 2021), y según las previsiones citadas en El Mercantil, habrá evitado durante este año en servicio un tráfico de 3600 camiones ida y retorno, y 5000 toneladas de CO2 por consiguiente. También habría ayudado a Captrain a capear la crisis del Coronavirus. 

Son pocas las fotos que tengo de este tren que merezcan la pena: en la primera de las imágenes, se aprecia la composición en dirección a Irun remolcada por la 335-032 “piolina” de Ferrovial con la puerta abierta a su paso por el viaducto de Ormaiztegi el 14-VII-2021. En la segunda fue fotografiada pasando por el mismo enclave, esta vez en dirección contraria y con la 601-002 en cabeza, el 18-IX-2021.

El convoy está conformado en ambos anchos por 17 plataformas dobles de VTG y 34 impecables contenedores Alublox de 30 pies o 56m3 fabricados a medida para las exigencias del tráfico por la compañía aviñonesa de alquiler de equipamiento de transporte intermodal Combipass. Es cargado en las factorías de la Cristal Union de Sillery (Marne) y Pithiviers-le-Vieil (Loira), y cuando llega a Irún remolcado por la Fret SNCF y es trasbordado en la rama de plataformas de ancho ibérico: en palabras de La Lettre Ferroviarie, “ce transferts effectue de manière rapide (1 heure 20) et efficace”. Tras ello toma las riendas del convoy Captrain España, filial también como la anterior de la SNCF, y remolca el dulce cargamento hasta Silla (Valencia) y Valladolid, destinos que se turnan cada miércoles y desde donde Cristalco, la filial comercial de la Cristal Union distribuye su mercancía por España; las empresas implicadas esperaban aumentar las frecuencias semanales, sin embargo, por el momento se mantiene en la original ida y vuelta semanal.

Bibliografía:

viernes, 8 de octubre de 2021

Auscultando el Año Europeo del Ferrocarril

 


El Connecting Europe Express a su paso junto al viaducto de alta velocidad de la Y-Vasca de Gudugarreta. Un saludo a la agradable dueña del prado y a Beñat Aldasoro. 4-IX-2021. 

Este año ha debido ser el del Año Europeo del Ferrocarril. En España casi ni se ha notado, o si se ha notado, ha sido para mal. Empezó la rama ibérica del Connecting Europe Express su viaje en Lisboa, cariñosamente engalanada por la CP y remolcada por una locomotora expresamente vinilada para ello, la 5617. Al llegar a la frontera, la locomotora no cambió morfológicamente, seguía siendo una Eurosprinter, pero al contrario la facha de la 252-075 distaba de representar una compañía de ferrocarril comprometida con la ocasión, dando una deplorable impresión las líneas del pantone medio borradas. Pedir que Renfe se esforzara a poner una locomotora, ya no especial como podría ser la 070, sino una con el esquema de pintura en un estado aceptable. Al menos Euskotren, que poco protagonismo tuvo en todo este tema, salió del brete de forma airosa, vinilando la 914 con una ilustración admirable mostrando distintos esquemas de pintura y remontándose hasta tiempos de los Vascongados. 

Hasta la misma forma de celebrar la llegada del tren ha sido distinta en este país, pues mientras en otros casos el tren estaba más o menos accesible al público, al final de su trayecto en ancho ibérico el tren quedó monopolizado por ciertos personajillos de mediana relevancia política, que subiéndose en Irún bajaron en Hendaya recibidos por una charanga y la prensa, cómo no. No sé si hace falta remarcar que en la actualidad sólo cruzan el Puente Internacional los trenes de mercancías tras sufrir conexiones decadentes desde hace años, que la rama Talgo 4B12, casualmente muy habitual en el difunto Surexpreso estaría ya finalizando su vida útil, que más recientemente se han desmontado las agujas del intercambiador Talgo de Irún, que cruzar la frontera es someterse a un control policial más digno de la Alemania del Este que de países europeos participantes en el Espacio Schengen... ¿y aún se dignan a participar en el circo los fatuos payasos del andén de Hendaya, recibiendo méritos que desde luego no merecen? 

La 914 de Euskotren, adornada con el admirable vinilo, saliendo de Irún-Colón hacia Lasarte-Oria, 4-IX-2021.

Desde luego que este no ha sido el único ejemplo de espectáculo dantesco del que tanta gala ha hecho, este año en particular y casi siempre en general, la administración pública: véase el desguace de la 432 "preservada" por la FFE, la soberana chapuza de Canfranc, la gestión de la reciente huelga... y no se limita a esto, también se ha visto en el caso particular del Bellas Artes de San Sebastián, uno de los cinematógrafos más antiguos de Europa y también un edificio neglecto desde hace años, el cual ahora va a ser reconvertido en el enésimo hotel de la ciudad: si es así como protegen el patrimonio e intervienen en nuestras vidas las instituciones públicas, con tanta corrupción, alevosía y nocturnidad, sería mejor que dejándose de patrañas hipócritas dejasen de robarnos a manos llenas, que está visto que todo este trampantojo nunca ha servido para nada, y nos dejen en paz de una vez. Esta vía por la que nos hacen circular está llena de calamidades, un balasto trillado, los raíles gastados y viejos, y las traviesas podridas. 

La 319-405 con el coche auscultador de catenaria MI-E 1001 y el coche de control geométrico de vía SIV 1002 de Adif. Vitoria-Gasteiz, 29-IX-2021

miércoles, 8 de septiembre de 2021

En territorios de vía estrecha

Este verano he tenido la ocasión de visitar escuetamente varios enclaves típicos del ancho métrico español. Por diversas circunstancias, estas visitas no han sido tan prolíficas como hubiera deseado, pero creo que han merecido la pena por las bonitas estampas que he conseguido captar. 

En primer lugar, pude visitar sin cosechar demasiados frutos y con las prisas y poco margen de maniobrabilidad que un viaje familiar, uno de los puntos neurálgicos de la complicada historia de los diversos ferrocarriles económicos que, tras diversas fusiones y acuerdos, tramo a tramo cual retales terminaron conformando la red que vertebró definitivamente la industrialización de muchas regiones. 

A pesar de no haber podido dejar testimonio gráfico de ninguna circulación en la mencionada villa, la primera de Vizcaya siendo fundada en 1199, pude observar algunos de los restos que aún quedan en ella de tan fervoroso pasado ferroviario. Es infinitamente más conocido el patrimonio culinario cristalizado en las famosas pucheras, pero también quedan aún algunos edificios como, aparte de la actual estación del Cadagua, la de La Robla, ahora ya en desuso albergando un convoy de plataformas, un andén lleno de yerbajos, una señal mecánica y un curioso edificio de vía y obras. 

Una vista de Valmaseda, una señal mecánica y la estación de La Robla. 8-VIII-2021

El Correo cruzando el viaducto de Arija en dirección a León, 8-VIII-2021. 

Visité también la burgalesa Arija, un pueblo lleno de vestigios arquitectónicos de la Cristalería Española que tanta vida le dió desde principios del siglo XX y que con la construcción del Pantano del Ebro trasladó sus instalaciones a la población asturiana de Avilés; no es difícil imaginar, a pesar del algo desolador panorama actual, el trasiego y ambiente que generaba en su momento en esta actualmente casi despoblada población, la citada gran industria y el FC. de La Robla. Actualmente unas minas de arena ocupan los terrenos y algunos edificios del basto complejo, pero no parece que su actividad anime tanto las calles como los campistas que acuden a refrescarse a la gran balsa de agua. De su bonita estación, casi congelada en aquella época pasada, parten ahora areneros de manos privadas —de Continental Rail para ser más precisos—, que mi cámara no tuvo ocasión de presenciar. Sin embargo, pude ver el mítico Correo 8700 Bilbao-León, servido por la 2705 en el célebre puente que salva el embalse a pocos metros de la estación en el lado León. El pequeño automotor, que tarda 7h30min en recorrer los 335 km que distan entre La Concordia y Matallana, se tomó su tiempo en aparecer en el encuadre; no tenía demasiada prisa por llegar a la cuna del parlamentarismo, y seguro que sus ínfimos viajeros a lo largo de la línea perdonarían piadosamente como yo los cinco minutos de espera. 

Estación de Cistierna, 9-VIII-2021.

En Cistierna, el panorama parecía más animado, tanto en el pueblo como en la estación: aunque ninguna otra industria tomó el relevo de las minas del Sabero, sus calles y sobre todo sus bares rebosaban vida gracias a los turistas, atraídos por el bonito entorno natural y agradable clima que en su mayoría se albergaban en segundas residencias o en el excelente camping, que ofertaba sus servicios por una atractiva tarifa plana de 15€ la noche. En los andenes, bien restringidos con tornos, algunos viajeros esperaban al Correo 7801 Bilbao-León servido por la ya mencionada 2705, que de nuevo con unos cuantos minutos a sus espaldas llegó a la estación para cruzarse a las 15:38 con el Cercanías Guardo-León. Este último, servido esta vez por la pantonizada 2909 y que cubre en poco más de dos horas una distancia de 84 km, parecía haber llegado bastante adelantado, pues ya llevaba apartado un buen rato para cuando llegué al paso a nivel, un encuadre alternativo al abrigo del viejo almacén de mercancías. Las instalaciones ferroviarias de Cistierna, que hoy día albergan un pequeño museo en su depósito, y los distintos pozos mineros y demás ingenios río arriba, que a su vez también cobijan otro museo, dan a entender la gran importancia que tuvieron para la región hasta hace pocas décadas las actividades extractivas de la hulla. A decir verdad, los cotos mineros de Palencia y León fueron los principales motivantes de la construcción de la línea, para alimentar la siempre hambrienta siderurgia bilbaína. 

Imágenes del cruce en Cistierna entre el Correo a Bilbao y un Cercanías a León. 

Después de una corta visita a León, donde recientemente se ha terminado un chapucero soterramiento y el viejo ferrocarril de La Robla ha de quedarse a las afueras por unas incomprensibles operaciones urbanísticas, decidimos poner rumbo al norte, siguiendo la carretera N-630. Ésta sigue más o menos el rumbo del ferrocarril hacia Asturias, pasando por Pajares. A pesar de que no pude disfrutar demasiado bien de los paisajes y de las impresionantes estaciones, por una carambola de la suerte me encontré con el BT 355-001 en la estación de Villamanín. Habiendo aparcado mi padre la furgoneta junto al viejo almacén de mercancías reutilizado como taller de coches, y estando yo sacando unas fotos y charlando con un par de aficionados que allí se encontraban, salió del mismo un viejo ogro diciéndole que aquello era un terreno privado. Mi padre le respondió que era cosa de cinco minutos y que no le molestaríamos, a lo cuál contestó que "le daba igual", por lo cual, por ahorrarse la discusión, la movió unos metros más para adelante, en un viejo tramo de la carretera. Los dos aficionados esperaban la llegada de un maderero remolcado por una 251 que, por no estomagar a mi padre y a mi hermano, decidí no esperar, y con el que me crucé después en Busdongo. 

La BT en Villamanín, 10-VIII-2021.

Tras cruzar a Asturias —patria querida, como mi difunto abuelo solía cantar, cántico popular quizás aprendido en sus andanzas como requeté en la guerra civil— pasando el alto del puerto de Pajares, poca cosa más pude visitar. Al menos tuve la suerte de poder explorar a fondo el pequeño puerto de San Esteban de Pravia, antaño de gran importancia, cómo no, para el transporte de carbón asturiano a los Altos Hornos de Vizcaya. Hoy día reconvertido en un algo solitario y humilde puerto deportivo, fue a principios del siglo XX un hervidero de actividad económica tras la llegada en 1904 del Ferrocarril Vasco-Asturiano, y desde luego, aún son visibles las diversas obras efectuadas al albor de la dictadura de Primo de Rivera. Las tres impresionantes gruas armadas en los talleres de Zorroza de la Babcock & Wilcox hacia 1929 dominan junto con los contemporáneos cargaderos y tolvas el paisaje de la desembocadura del río Nalón, y forman una estampa entrañable con el edificio de la estación, que por estilo seguramente se construyó poco antes del comienzo de la decadencia a finales de los 60.

La 3313 estacionada poco antes de salir de vuelta hacia Oviedo. 11-VIII-2021. 

En fin, gracias a este verano he podido profundizar algo más mi escaso archivo fotográfico de vía métrica, ancho que conformó una red importante desde finales del siglo XIX hasta los años 60 del siglo XX para conectar comarcas y ciudades, industrias y minas, y echado a perder primero por la decadencia industrial y después por la desidia, la ignorancia y la dejadez de la administración pública, dirigida por políticos poco más interesados en otra cosa más que en llenarse los bolsillos a costa de los demás sin dar palo al agua; incapaz de encontrarle un nicho de mercado fuera de los núcleos de Cercanías de mayor demanda y condenándolo por ello a la rueda de la bruja que conforman el desinterés, la descapitalización, la desinversión y la falta de rentabilidad y competitividad en los tramos de menor intensidad de tráfico. Viendo esto, no es de extrañar que poco a poco también desde hace décadas esté pasando lo mismo con las líneas convencionales de vía ancha. 

La 951 “Ganguren” de Euskotren de camino a Bermeo, en la playa de Sukarrieta, parte de uno de los tramos más bonitos de la vía estrecha. 28-VIII-2021

viernes, 6 de agosto de 2021

Maquinaria pesada

 

Hace poco más de una semana, tuvimos oportunidad de poder ver por Gipuzkoa una locomotora que hacía bastante tiempo que no visitaba estos lares. Era la 319-212, una Retales alquilada por Tracción Rail, de marcado aspecto de vetusta maquinaria soviética con sus tan característicos testeros achaflanados, aunque su diseño ochentero sea propio de la estadounidense General Motors; venía acompañada de una bateadora, destinada a las numerosas obras que se están llevando a cabo en el tramo final de la línea, y la cual abandonó a su suerte con alevosía y nocturnidad en cuanto tuvo ocasión un par de días después, sin darnos oportunidad de volver a atestiguar su visita. 

Por no repetir por enésima vez el típico encuadre en el viaducto, que bien hubiera resultado bueno aunque me resulta ya hasta cierto punto estomagante, me planté unos metros más adelante del apeadero de mi pueblo, metiéndolo en el encuadre de esta panorámica. El resultado ciertamente me satisface, y dentro de lo que cabe se puede considerar novedoso. 

El tractor de maniobras 311-120 arrastra el 310-037 de camino a Irún y procedente de Miranda de Ebro, a su paso por el viaducto de Ormaiztegi. Un saludo a Unax Askasibar y Alain Lopez Korta, quienes estuvieron presentes durante la toma de la fotografía. 24-VI-2021


Estos últimos meses las reformas en la infraestructura han sufrido un gran impulso: el nuevo apeadero de Hernani sigue poco a poco siendo construido mientras el viejo, un temprano ejemplo de su tipo construido por Norte en 1924, teme por su integridad tras la finalización de su sucesor. Un poco más adelante, en Ergobia, Astigarraga, se yergue ya un nuevo paso superior que suprimirá en poco tiempo al actual paso a nivel, mientras hace ya un tiempo fue demolido de una forma "poco ortodoxa" un viejo paso superior sito unos cuantos metros más adelante. 

 

La estación de San Sebastián días antes del desmantelamiento de la playa de vías. En el paso superior se puede observar un grupo de ingenieros o técnicos observando el área.

30-IV-2021

Nuevas vías y señalización preparadas para acoger el tercer carril nos llevan por Martutene hasta San Sebastián, donde la playa de vías ha sido levantada para acoger la estación provisional que mientras la actual es "reformada" -por no decir otra cosa- prestará sus servicios. El desaparecido viaducto de Iztueta ya no descansa sobre las vías, la estación de Pasajes ahora acoge a los Alvias y MDs y cuenta con una nueva vía en el emplazamiento del ya derribado almacén de mercancías, la playa de vías de Rentería espera algunas renovaciones y su posible ampliación... pero el túnel de Gaintxurizketa sigue tal y como está desde hace unos años, con su tuneladora dentro y su férrea catenaria. Tampoco ha cambiado mucho la cosa por Irún, aunque la estación cada vez parece un lugar más vacío, un recuerdo de otros tiempos, y los viejos almacenes comerciales y las aduanas cada vez están en un estado más decrépito, esperando una poco posible salvación antes de que la piqueta se los lleve por delante, perdiéndose un paisaje tan característico y ferroviario. 


Ojalá todos estos cambios traigan consigo al menos la revitalización de este ferrocarril que lleva un tiempo languideciendo. El reto es enorme y el éxito poco probable, pues el rumbo de ciertas instituciones parece cada vez más alejado de la realidad: ni el histórico Surexprés ni el 16000 han vuelto y parecen ya sentenciados mientras que el desaparecido Arco, que en un principio volvió a ser suplido con aquellas ramas de transbordo de Talgo IV entre Vitoria e Irún y Miranda de Ebro y Bilbao, ha perdido su aquel tras ser sustituido dicho material móvil por un 121. La pandemia es, como en cualquier ámbito, la excusa perfecta, pero esperemos que no pierdan el norte por completo. 


sábado, 1 de mayo de 2021

Un trasbordo de gran provecho

 


Hace poco más de un mes, el 26 de marzo para ser exacto, montado en mi viaje de vuelta en el 18063 —que, como habitualmente, traía algo de retraso—, tuve conocimiento de la circulación de un bobinero Tramesa de Pasajes a Aranda, tráfico de Captrain con número 96998. La lógica falta de cobertura en la rampa de Otzaurte y la consecuente incomunicación en la que me dejaba hicieron que me pasase el viaje mirando algo impacientemente por la ventana hasta en los oscuros túneles que abundan en el trazado, esperando al menos poder saber en mi llegada a Zumárraga si me había cruzado con dicho mercante o merecía la pena esperarlo. 


Nada más apearme, habiendo perdido ya irremediablemente mi trasbordo como polizón en el cercanías a Irún que sale tras el Media Distancia, tuve que esperar bastante poco para que la Bitrac apareciese arrastrando lentamente por la curva sus cuántas toneladas de peso en modo diésel. Tras iniciar su entrada en la recta, el convoy empezó a frenar y quedó varado en medio, así que tuve ocasión de mejorar la fotografía aprovechando aquella parada técnica en la que el maquinista anduvo haciendo algo en la cabina posterior; supuse que intentaba activar el modo eléctrico pero sin demasiado éxito, pues reinició su andadura de la misma forma que paró unos cinco minutos antes. 


Ojalá todos los trasbordos fallidos que la impuntualidad de los Media Distancia me provocan fueran así de productivos y entretenidos, pues a decir verdad pocas fotos decentes he sacado en Zumárraga en estos últimos años...


sábado, 13 de marzo de 2021

Rebases y reformas


A pesar de la dejadez que presenta su edificio de viajeros, la estación de Legorreta, construida por Norte a principios de la década de 1880 como apartadero para cruces junto con otras estaciones similares como Brinkola o Villabona-Zizurkil, sigue cumpliendo de vez en cuando funciones similares a las que cumplía en sus orígenes, aunque hoy día en lugar de cruces (que con la duplicación de la vía a principios del siglo XX perdieron sentido) se efectúan algunos rebases, pero tampoco se aprovecha demasiado la gran extensión de su vía de apartado.

El MD 18061 Madrid Príncipe Pío-San Sebastián/Donostia, servido aquel día por la impecable 470-104, rebasa un Cercanías con destino Irún a cargo de la 446-117. 1-IX-2020 

Si los augurios son ciertos, pronto el servicio de viajeros se trasladará unos centenares de metros más cerca de la población como consecuencias de unas obras englobadas dentro de un proceso de renovación general del núcleo de Cercanías, con necesarias pero también cuestionables —y en cierta medida, inevitables, por el desinterés por el patrimonio de casi toda la sociedad e instituciones— obras, como las que se efectuarán en los apeaderos de Legazpi y Hernani, que borrarán del mapa dos ejemplos de los apeaderos de ladrillo característicos de Norte: el primero, ejemplar por la interesante estratigrafía que generan sus constantes ampliaciones y el segundo, por ser casi a ciencia cierta el primero de su tipo, siendo construido en 1925; dichos apeaderos, que sin demasiado mantenimiento han llegado hasta nuestros días con bastante dignidad, serán relevados por sendos apeaderos llenos de cristaleras y demás modernas instalaciones, que de seguir el mismo camino que sus antecesores, es de dudar que lleguen a tal grado de veteranía... Esperemos que, al menos en el caso de Legorreta, sobrevivan las actuales instalaciones para seguir dando cobijo a trenes que por un motivo u otro han de ser apartados y adelantados, y así asegurar una vía expedita siempre que así se necesite.

Unas horas más tarde, sucedía el rebase del MD 18063, de igual recorrido y servido esta vez por el 449-057, que adelantaba otro Cercanías a Irún, en este caso con la 447-267.

En una imagen tomada un par de meses antes, el 446-165 es adelantado por la 470-104, que anduvo unos días aquel verano sirviendo principalmente el MD 18061; debajo, el herbicida de VÍAS remolcado por la 319-313 de TECSA a su paso por la estación de camino a Irún, donde regaría sus extensas playas de vías. 2-VII-2020

domingo, 31 de enero de 2021

...y, al fin, cayeron.


Fotografía tomada el 25-I-2021 y usada como ilustración en el artículo de Burroughs, D. (3-VI-2021): “Spain outlines €1.5bn investment to improve intermodal freight International Rail Journal.

Mucho tiempo ha pasado desde que fotografié mi última 269 de Renfe, quizás 3 o 4 años ya. Desde entonces, las veteranas japonesas supervivientes en el sector privado me han sido muy esquivas: si alguna vez tenía la mínima oportunidad de verlas, pasaban a horas intempestivas o me dejaban tirado; si pasaban a buena hora, con el sol a favor y a una velocidad no demasiado alta, quien me dejaba tirado era la cámara, que quizás desacostumbrada a la chata forma de sus testeros se veía incapaz de enfocarlas correctamente. 

El lunes sin embargo, gracias al aviso de Borja, esquivando esa esquividad propia de las locomotoras niponas hacia mi cámara, tuve la suerte de poder captar el paso de este TECO Zaragoza-Bilbao de Continental desviado de su ruta habitual junto a la vieja aguada de Vitoria, como unas cuantas veces fallidamente intenté con las grisáceas cajas de zapatos de LCR en cabeza de los más anodinos portaautos Pamplona-Muriedas, pero con este tandem de tan colorida librea en cabeza y un amabilísimo maquinista al mando que me deleitó con sus atronadoras pitadas, despertando en mi memoria recuerdos de viejos tiempos; también tuve oportunidad de verlas el viernes en peores condiciones lumínicas y a cargo de un servicio similar, pasando a toda velocidad. Casi como en mi infancia, cuando remolcaban aquellos MegaCombi infinitos. Esta vez tampoco se dejaron enfocar por el autofoco, así que tuve que tirar de manual, ya que desde el día del primer Talgo-Intercity el Yougnuo no responde... al menos no quedó tan mal. 

Toda una alegría para dar fin a este enero algo desabrido, una mota de color en este panorama aburrido, desierto, sucio y casi monocromo del actual ferrocarril convencional.


jueves, 14 de enero de 2021

Talgo “entre ciudades"

 

El martes, un día más tarde de lo previsto debido a la supresión por motivos meteorológicos de los nuevos Alvia 626-632 Vigo/Salamanca-Barcelona y Barcelona-Salamanca/Vigo -unos 130 en doble composición que sustituyen los anteriores Alvia 621-625 (V/AC-B), sus inversos  622-626, y el difunto IC 280-283, es decir, el Arco Camino de Santiago, inició su andadura el Intercity 384 Irún-Vitoria y su inverso, el 385. Este nuevo servicio, que junto a su homólogo vizcaíno enlaza las dos provincias costeras del País Vasco con dichos Alvias, parte de Irún a las 12:05, efectuando parada en San Sebastián (12:20), Zumárraga (13:07), Alsasua (13:35), y termina su recorrido en Vitoria a las 13:58. El inverso, sale de Vitoria a las 16:45 y efectua las mismas paradas (17:05, 17:28 y 18:20) para llegar a Irún a las 18:40. Como podemos observar, sobre el papel tarda 1h 53mins. en completar el recorrido, 2 minutos más en el caso del inverso.  Al ser un tren de enlace a otro de Larga Distancia, no es justo compararlo con otros servicios en un recorrido similar, pero poniendo por caso un viaje de Vitoria a Zumárraga, el IC 385 tarda 7 minutos menos que los 50 que en teoría -no si tenemos en cuenta el endémico atraso que suele llevar- el MD 18063 de las 18:02. El billete del IC costaría 13,10€, mientras que el del MD costaría 7,60. 


Sabiendo que empezaba a circular ya, me acerqué a la estación a ver el servicio inaugural, robando un poco de tiempo a mis estudios. La locomotora, la 252-046, y el último remolque de la rama 4B14 presentaban un aspecto lamentable debido al vandalismo de los de siempre, no obstante, al estar manchadas la locomotora y la rama en lados opuestos se minimizaba el daño estético general en un lado, el cual tuve que correr un poco para poder captar, junto a la 440-207 del REX 18204 a Miranda, que tuvo que cambiar su lugar de partida mosqueando a unos cuantos de sus viajeros. En este Talgo vinieron algunos aficionados donostiarras a quienes tuve ocasión de saludar y conocer, y un amigable especialista de Talgo, que como casi todos en general opinaba que hubiera sido mejor dejar el Arco, y criticaba la desidia en el mantenimiento del material. 



Tras la maniobra de inversión, el convoy quedó en espera en la vía 4, hasta que el Sr. Amelibia, gran amigo, aficionado y casi-maquinista viniera a practicar por puro aburrimiento maniobras con este Talgo, metiéndolo a la hasta ahora en desuso vía 7. Ya después de acometer el enlace con el Alvia que traía dos horas de retraso, llevó el inverso hasta Irún, llegando allí con más de una hora de retraso fruto de problemas con el ASFA en Anoeta, cruces y demás zancadillas. 

Tanto tiempo parado hace mella en el material, y las sufridas 252 no iban a ser menos... en fin, no les veo demasiado futuro a estos enlaces, más que nada por lo engorroso de las maniobras, la proximidad de la vía 7 a una degradada zona de botellón y viviendas (las cuales no tardarán en quejarse por el ruido del generador)... como un pequeño preámbulo de la vuelta a las andadas de las ramas Talgo IV y las 252 no lo veo mal. 

Mejor tener el material en movimiento que pudriéndose en el semiabandono de una playa de vías, aunque me recuerda a los últimos servicios Madrid-Palencia de los Talgo II en 1972; no creo que esta sea la antesala de la muerte de este veterano material al cual le quedan aún unos cuantos años, pero como sabemos, con Renfe nunca se sabe....  


Un saludo a todos los presentes aquel día.

Fotografías de la maniobra de traslado de la composición a la vía 7.

lunes, 11 de enero de 2021

Año de nieves, año de bienes

 Para dejar atrás los sinsabores del 2020 que sin duda nos quedarán cual "paluego" entre los dientes por varios años, este 2021 ha traído la nieve para deleitarnos gracias a la borrasca "Filomena", aunque la circulación de los trenes y en general los medios de transporte haya sufrido numerosas afecciones que nos han dificultado en cierta medida disfrutar de la afición. 


La nieve llegó a mi pueblo el día 2 de enero, pillándome en cierta manera desprevenido y escéptico. Me levanté algo tarde y nada más mirar por la ventana me vestí y salí con la cámara a cuestas en dirección al barrio de Mendizabal, con la intención de tomar una fotografía general de Ormaiztegi nevado con alguna circulación a su paso por el viaducto. Pocas fotografías (si no ninguna) han sido captadas desde allí, al contrario que el ya celebérrimo encuadre del pinar talado, que, si metafóricamente llega a ser el pozo de Urbeltz —pozo de aguas sulfurosas situado metros abajo que alimentaba el viejo Balneario— ya estaría más seco que la mojama. De hecho, allí estaban al parecer apostados varios aficionados donostiarras, maravillados por la nieve goierritarra que no llegó a la cota 0. 

Mi intención era captar todo el pueblo en una panorámica, desde los caseríos de Berroeta y Agerre hasta la carretera A-636, que estaba siendo despejada por un quitanieves, pero la neblina procedente del calor de las casas y las bajas temperaturas, junto con la escasa memoria RAM de mi portátil barato chino hicieron difícil crear la fotografía que yo quería. Además, una incidencia en el suministro eléctrico y alguna otra incidencia menor interrumpió el tráfico entre Alsasua y Zumárraga, haciendo que lo único que se pudiera ver fueran las incansables 447 de Cercanías, cumpliendo como casi siempre puntualmente su servicio, y así lo hacían también el día 4, cuando la nevada arreció de nuevo en cotas algo más altas, manteniendo algo de nieve en mi pueblo y un exquisito manto de nieve en Brinkola, donde pasé un rato agradable pero no demasiado fructuoso con algunos compañeros. 



El resto de la semana pasada, en los ratos que me dejaban mis estudios, pude disfrutar de bonitas estampas en Vitoria, donde los tranvías rodaban en su salsa, al contrario de los trenes de Renfe, los cuales seguían sin levantar cabeza en gran medida por la grandiosa nevada en la meseta; estando casi todos los trenes suspendidos, poco había que ver en la vía ancha, aunque estos últimos días de ha dejado ver alguna que otra circulación. En fin, da un poco de lástima ver en qué ha quedado el ferrocarril, que antaño con peores condiciones técnicas y meteorológicas conseguía abrirse camino y hoy sin embargo queda paralizado a nada que cuaja un poco. 

Dedico estas fotografías a mi hermano, quien a las nueve horas y quince minutos del día de hoy ha alcanzado la mayoría de edad.